Mi señor, quedo sorprendido de ti
Hace más de dos mil años, haz dejado como secreto auténtico
Una mortaja impregnada de tu santo sufrimiento
Para que yo, una criatura nacida dos mil años después
De tal lejano acontecimiento
Aprecie las cruentas llagas que dejaron en tí,
el contacto con nuestra humanidad,
aquella humanidad que redimías con tu sufrimiento
Y que te dejó morir en el anonimato,
Sin que quisieras mostrar el poder omnipotente
Que con tú solo nombre
Causas a las criaturas del inframundo.
Sí… has querido, que Yo, acompañado de las más modernas técnicas
Electrónicas de mi época, me remonte a tu Santo sufrimiento
Y pueda comprender, el amor infinito que nos demuestras
Santo Padre; Amadísimo Padre, siento tu regalo en lo más profundo de mis ser
Porque pude verte!
Antes de mi muerte
Porque los más sabios científicos de esta época,
Aquellos que les cuesta reconocerte, y que aun se niegan
A decir que tu Sacrificio se encuentra ahí,
Tampoco pueden negar ni refutar que lo obrado sobre tu Santa túnica,
Envolvió tu cuerpo hacia la resurrección.
Aquellos mismos escépticos
Han reconstruido tu santa imagen, con toda la tecnología puesta ahora en sus manos
Dos mil años después de tu martirio,
y veo tu rostro….
No como pudiste haber sido, sino como eras, eres y estarás
Gracias una vez más Santísimo Padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario