miércoles, 12 de mayo de 2010

El Santo Sudario de Turín

Mi señor, quedo sorprendido de ti

Hace más de dos mil años, haz dejado como secreto auténtico

Una mortaja impregnada de tu santo sufrimiento

Para que yo, una criatura nacida dos mil años después

De tal lejano acontecimiento

Aprecie las cruentas llagas que dejaron en tí,

el contacto con nuestra humanidad,

aquella humanidad que redimías con tu sufrimiento

Y que te dejó morir en el anonimato,

Sin que quisieras mostrar el poder omnipotente

Que con tú solo nombre

Causas a las criaturas del inframundo.

Sí… has querido, que Yo, acompañado de las más modernas técnicas

Electrónicas de mi época, me remonte a tu Santo sufrimiento

Y pueda comprender, el amor infinito que nos demuestras

Santo Padre; Amadísimo Padre, siento tu regalo en lo más profundo de mis ser

Porque pude verte!

Antes de mi muerte

Porque los más sabios científicos de esta época,

Aquellos que les cuesta reconocerte, y que aun se niegan

A decir que tu Sacrificio se encuentra ahí,

Tampoco pueden negar ni refutar que lo obrado sobre tu Santa túnica,

Envolvió tu cuerpo hacia la resurrección.

Aquellos mismos escépticos

Han reconstruido tu santa imagen, con toda la tecnología puesta ahora en sus manos

Dos mil años después de tu martirio,

y veo tu rostro….

No como pudiste haber sido, sino como eras, eres y estarás

Gracias una vez más Santísimo Padre.


No hay comentarios: